Existen varios alimentos que pueden resultar tóxicos y peligrosos para nuestras mascotas si se los damos para comer sin conocimiento. Entre ellos se encuentran las uvas y las pasas. En los últimos años han aumentado los casos de enfermedad y muerte tras la ingesta de uvas y pasas en el perro.
¿Cuáles son los síntomas de intoxicación?
El signo más frecuente son los vómitos, normalmente apareciendo unas horas tras su ingesta. Más tarde, el animal puede desarrollar diarrea, temblores y alteración del estado neurológico.
El peligro de este alimento es el fallo renal agudo que puede producir en nuestras mascotas. Suele desarrollarse 1-3 días después de su ingesta y los síntomas son vómitos, diarreas, temblores, letargia y convulsiones. Si el fallo renal progresa el riñón dejará de funcionar y no producirá orina. Las toxinas que se eliminan a través del riñón empezarán a acumularse en el cuerpo del animal poniendo en peligro su vida.
¿Porque son buenas para nosotros y malas para ellos?
Actualmente se desconoce por qué estos alimentos son tóxicos para nuestras mascotas. Algunos investigadores sospechan que una micotoxina (toxina producida por un hongo) es la causa de la intoxicación. Debido a que no se conoce con exactitud el mecanismo de toxicidad, cualquier exposición de este alimento debería ser motivo de consulta.
Cualquier tipo de uva es tóxica, al igual que las pasas y no se ha visto diferencia entre variedades. Debido a que las pasas son un producto deshidratado, y por lo tanto más concentrado, son consideradas más peligrosas. La dosis tóxica de las uvas es 30gr/kg de peso del animal y las uvas entre 10-30gr/kg de peso del animal.
Mi perro ha comido uvas. ¿Qué debo hacer?
Si sospechas que tu animal ha podido comer uvas o pasas, te recomendamos que te pongas en contacto con el veterinario de forma inmediata.
Retrasar la consulta puede resultar en ciertos casos que se produzca un fallo renal irreversible, por lo que es vital que un veterinario examine a tu animal para determinar la gravedad de la intoxicación y si es necesario tomar medidas. El objetivo del tratamiento es minimizar y bloquear la absorción de las toxinas para minimizar el daño en el riñón. Esto puede lograrse provocando el vómito al animal, si ha pasado poco tiempo tras su ingesta, y también administrando carbón activo, una sustancia que bloquea la absorción de toxinas.
El veterinario puede recomendar realizar analíticas para valorar si se ha producido daño en el riñón y ofrecerte un plan de tratamiento y pronóstico. Desafortunadamente no existe antídoto, pero con fluido terapia intravenosa y tratamiento médico intensivo es posible ayudar a eliminar la toxina y mejorar el estado del riñón.
Mi animal se ha intoxicado y ahora está ingresado. ¿Se pondrá bien?
El pronóstico y la supervivencia del animal depende de varios factores: la cantidad de uvas/pasas que ha ingerido, el tiempo que ha pasado desde la ingesta hasta que se acude al veterinario, y si los síntomas del animal mejoran una vez el tratamiento ha empezado.
Si el animal únicamente come un par de uvas y se realiza un tratamiento inmediato el pronóstico suele ser bueno. En el caso que se instaure un fallo renal en el que el riñón no produzca orina el pronóstico suele ser grave. Cuanto antes se ayude a este riñón a funcionar, antes se puede minimizar el daño irreversible en este órgano vital. El veterinario determinará el pronóstico de tu animal en función de los resultados de las analíticas y la respuesta al tratamiento.
No sabía que las uvas eran tóxicas. ¿Existen otros alimentos tóxicos para mi mascota?
Desgraciadamente sí, es por ello que debe actuarse con cautela y preguntar siempre al veterinario. Algunos ejemplos son, las cebollas, el chocolate, el té, las nueces de macadamia, aguacates y comida que contenga el endulzante xilitol.
Aprovechamos para recordaros, que también ocurre lo mismo con algunos medicamentos. No todo lo que es seguro para nosotros lo es para ellos. La aspirina, el paracetamol, el ibuprofeno y muchos otros fármacos pueden resultar letales para nuestras mascotas. Es por ello que os recomendamos siempre consultar con vuestro veterinario para evitar un mal desenlace.
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