El tercer párpado, o membrana nictitante, se localiza dentro del párpado inferior y actúa como protección adicional de la córnea. La membrana nictitante contiene una glándula que participa hasta en un 30% en la producción de lágrima.
El prolapso de la glándula del tercer párpado, también denominado “cherry eye”, es una patología que ocurre de forma frecuente en animales jóvenes de razas como el Bulldog Inglés, Bulldog Francés o el Carlino. Aparece como una bola rosa-enrojecida hinchada en la zona del lagrimal.
¿Por qué se produce el “cherry eye”?
La glándula del tercer párpado está anclada en el borde interior del tercer párpado gracias a un tejido fibroso. Parece ser que en algunas razas este tejido de anclaje es débil, lo que permite a la glándula prolapsarse fácilmente. Las razas afectadas de forma más frecuente son: Cocker Spaniel, Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Beagle, Lhasa Apso, Shih Tzu, Carlino, entre otras. Se ha visto que los gatos de raza Persa y Birmano pueden presentar esta condición.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento es quirúrgico. La cirugía consiste en recolocar la glándula en su lugar anatómico. Es muy importante solucionar esta condición lo antes posible ya que esta glándula produce hasta un 30% de la porción acuosa de la lágrima. Sin una correcta producción de lágrima, el animal puede desarrollar con más facilidad un “ojo seco”, o Queratoconjuntivitis seca (KCS), sobretodo en razas predispuestas.
De forma conservadora, y en contadas ocasiones se puede recolocar la glándula de forma manual con anestesia local y un bastoncillo, pero si la condición es grave al poco tiempo volverá a prolapsar siendo necesaria la cirugía.
¿Cuál es el pronóstico?
En la mayoría de los casos la glándula puede volver a realizar su función unas semanas después de la cirugía. Aproximadamente, en un 5-20% de los casos, el animal puede volver a experimentar un prolapso de la glándula y necesitar una segunda intervención.
En casos crónicos o graves, así como en neoplasias, puede estar aconsejada su extirpación.