Cuando se acaba el invierno, las orugas bajan de los pinos en filas, esta peculiaridad le da su nombre popular de procesionaria.
¿Qué es la procesionaria?
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero nocturno endémico en toda la región de Cataluña y Baleares. Se localizan sobre todo en zonas de pineda. Tanto los adultos como los nidos son claramente identificables. Los primeros por su cuerpo cubierto de pelos, su coloración característica y por el hecho de desplazarse en filas de varios individuos. El segundo por el hecho de formar bolsas blancas, de aspecto sedoso en las copas de los pinos.
¿Cómo puede una oruga hacer tanto daño?
Su importancia reside en las repercusiones médicas que tiene sobre humanos y animales. Sus pelos (contados por millares), mirados por el microscopio tienen forma de arpón o flecha y contienen veneno urticante. Estos pelos pueden inocular la sustancia venenosa tanto por contacto directo con mucosas y piel, como por vía aérea si las desprenden al ambiente cuando se sienten amenazadas.
Este veneno –traumatopenia-, es una haloproteína que al entrar en contacto con el organismo desencadena la liberación de histamina y otras sustancias inflamatorias por los mastocitos, produciendo una reacción alérgica. Des de finales de invierno hasta principios de verano son las épocas con mayor incidencia de este tipo de urgencia y dónde la prevención es básica para evitar complicaciones graves. Aunque debido al cambio climático y a las mejoras de sus condiciones, cada vez se detectan individuos de forma más prematura (Diciembre o Enero) y en zonas más urbanizadas como jardines públicos y fincas privadas.
Ciclo biológico de la procesionaria
Su ciclo se caracteriza porque la mariposa procesionaria adulta es fecundada por un macho y a posteriori pone los huevos sobre las copas de los pinos en época de verano. Aproximadamente un mes después las larvas eclosionan, se alimentan sobre el mismo árbol y construyen los nidos sobre las copas donde se quedarán durante en invierno. Cuando se acaba el invierno, las orugas bajan de los pinos en filas y se entierran bajo tierra donde harán la crisálida por la cual volverá a salir una mariposa adulta.
¿Qué le pasa a mi animal si entra en contacto?
La sintomatología se inicia de segundos a minutos después del contacto con la oruga o con sus nidos estando aún en el bosque o en el parque. El animal se mostrará inquieto, se rascará la cara y babeará en exceso (ptialismo). Externamente, podríamos detectar inflamación y cambios de color en la zona de la lengua, labios y cara. Los signos del animal dependen de la zona de contacto. Puede desencadenarse una conjuntivitis (notaremos que nuestra mascota cierra los ojos más de lo habitual o los presenta más rojos), problemas respiratorios y digestivos (en caso de ingestión accidental) y signos sistémicos generalizados como síncopes (desmayos), fiebre y vómitos si se produce una anafilaxis.
¿Qué puedo hacer si hay contacto con la oruga?
Si hemos sufrido el contacto con esta oruga y/o nido o tenemos sospecha de que haya podido pasar, se recomienda llamar de urgencias al veterinario y desplazarnos con la máxima celeridad. Durante el camino, se tendría que lavar la boca del animal con agua tibia sin frotar para eliminar e inactivar los pelos urticantes, siempre y cuando esto no suponga un riesgo para el animal y/o nosotros. Nos tendremos que asegurar que el animal esté lo más tranquilo posible durante el recorrido y que respire de forma correcta en todo momento.
Una vez llegados al veterinario, este mismo procederá a aplicar el tratamiento de urgencia para reducir el edema existente en lengua y vías respiratorias superiores. Además de analgesia y protectores de estomago. En función del estado general del animal y de sus signos clínicos podría ser necesaria la aplicación de tratamientos más específicos e incluso hospitalización.
¿Cuál es el pronóstico?
El pronóstico y las secuelas dependen de la localización de la lesión así como de la aplicación de un tratamiento de forma rápida y efectiva. En algunos casos, los tejidos que han estado en contacto con la oruga se pueden necrosar y fragmentos de los mismos pueden caer a los pocos días. En este caso, el veterinario recomendará el mejor manejo y mantenimiento para el paciente.
¡¡La clave siempre es la prevención!!
El mejor tratamiento para esta patología es evitar el contacto. Dentro de las medidas que se recomiendan, la más importante es evitar pasear la mascota por zonas dónde se haya detectado la presencia de esta oruga en épica de riesgo.
Si se detectan nidos o filas de adultos en zonas públicas, se debe avisar a las autoridades competentes con tal de que se proceda a fumigar la zona afectada.
En caso de encontrarnos un nido o fila de los mismos es importante no pisarlos, ya que podrían desprender pelos urticantes y afectarnos. Si los encontramos dentro de una propiedad privada, será responsabilidad de nosotros la eliminación de nidos y adultos, previa protección para evitar riesgos.
Otras opciones son el uso de feromonas para atraer a los machos en trampas y evitar la cópula de los adultos, así como la protección de aves insectívoras que controlan esta plaga y aplicar trampas de contención en la base de los pinos para evitar su bajada hasta el suelo.
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